20 ene 2010

Regresa

(Regresa, Mex, 2010)

Estrellas
: **


Director: Alejandro González Padilla (I love Miami)

Actores: Jaime Camil, Blanca Soto



Sinopsis:

Ernesto y María llevan seis años de casados. Él ha optado por ignorarla; entonces ella recurre a una terapeuta que provoca que María se transforme y crea que es una princesa del siglo XV.



Crítica:

La mayor parte de la gente no tiene intención alguna de ver esta película. Ya sea por el tema, por lo desconocido del director o por simples prejuicios contra Jaime Camil.

Por mi parte la idea de que se hiciera una película mexicana que -pensé yo-, incluyera príncipes, princesas y castillos del siglo XV me pareció llamativa. Por eso fui al cine.

Siendo objetivos Regresa cuenta con una muy buena producción, además se ve que contaban con un buen presupuesto pues el product placement y los patrocinios se notan por doquier. Tanto que a veces resultan molestos (sobre todo el de Society y el del Hospital Ángeles).

Pero me temo que nos encontramos ante una película mexicana que no cumple. Y me parece que una vez más el problema radica en el guión.

Ernesto y María están atrapados en la monotonía, él siempre está muy pendiente de sus negocios y de su trabajo pero no de su mujer. En una acto desesperado ella le hace caso a su excéntrica amiga (exageradamente interpretada por Daniela Schmidt) y acude con una terapeuta (encarnada sin originalidad por Mónica Huarte), quien la transportará a su “vida pasada”, para resolver así asuntos pendientes.

Pero la sorpresa es que en un acto milagroso –que termina por parecer más bien un exorcismo María regresa pensando que es una princesa del siglo XV.

Entonces Ernesto se vuelve el marido que no era y hace hasta lo imposible por hacer sentir bien a su esposa. Enseguida llegan los momentos valiosos de la cinta, y esto sobre todo gracias al actor español Javier Tolosa quien interpreta a un chef vasco (por cierto el único capaz de traducir el lenguaje que ahora habla María: euskera).

Jaime Camil resulta simpático como Ernesto pero no aporta nada que no hayamos visto antes; es decir, su personaje no es tan distinto al que hizo en Las Tontas no van al Cielo, al de Recién Cazado o a su más reciente papel en Los Exitosos Pérez. Es un actor carismático pero sin matices.

Retomando, Ernesto se lleva a María a su rancho en Valle de Bravo y lo adapta para que no esté expuesta a nada de tecnología o civilización. Y en verdad la empieza a tratar como princesa (pero por alguna razón jamás le dan un vestido ¿?).

Sin duda otro de los mejores momentos es el paseo que hace la pareja en carruaje para llegar a un antiguo castillo en España.

En éste sentido la fotografía de Fabián Monroy merece mención especial pues no sólo hace que Valle de Bravo, España y la ciudad de México luzcan preciosos sino que además logra que el Hospital Ángeles se antoje como destino turístico.

También la música termina por ser un área de oportunidad en la cinta pues el mariachi y los ritmos vascos se conjugan sin razón y el tema principal de la película (interpretado por el ex vocalista de Sin Bandera) suena hasta el cansancio.

Finalmente, y en un acto extremadamente cuestionable, el clímax y el final de la película aparecen de forma inverosímil.

Me parece que, con todo y todo, había mejores opciones o posibilidades de concluir esta historia. Pero verdaderamente los escritores recurrieron a una espantosa explicación para esclarecernos cómo fue la “regresión“ de María. Insisto, hay cosas que es mejor no plasmar y dejar a la imaginación. Sobre todo en una película que te demanda imaginación para creerles de inicio.



Veredicto:

Es una pena que se tuvieran los recursos o las posibilidades y terminara en esto.
Tu vida seguirá igualita si no la ves…



1 comentario:

  1. No tenía intención alguna de verla y, gracias a tu reseña, ahora menos. Jaime Camil quiere hacerse el nuevo actor genérico intercambiable de México, pero no se le hará mientras que Demian Bichir siga con vida.

    SalU2

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