(La Délicatesse, Francia,
2011)
Estrellas: *****
Directores: David Foenkinos, Stéphane Foenkinos
Actores: Audrey Tautou, François Damiens, Bruno Todeschini y
Pio Marmaï
Crítica:
Hace mucho empecé este blog
con la intención de recomendar películas que me movieran algo, que me
provocaran sentimientos y, al hablar de ellas, deseaba lograr (aunque fuera en
una muy pequeña medida), que no pasaran desapercibidas.
Es ingenuo pensar que una
simple crítica puede afectar el resultado de la taquilla de una película; sin
embargo, si tan sólo una persona a quien yo le recomendara determinada película
va a verla, puedo darme por bien servida. Ayer uno de mis más fieles seguidores
me recordó eso.
Entonces, voy a escribir
sobre una película que ha seguido dando vueltas en mi cabeza: La Delicadeza.
Probablemente muchos
tuvieron la oportunidad de verla en el Tour de Cine Francés que estuvo en
México, pero, para los que no, actualmente está en cartelera.
La Delicadeza retrata
diferentes etapas y momentos del amor; primero, la relación de Nathalie (la
inolvidable Amelie, Audrey Tautou) con quien se convierte en su esposo: el
encantador François (Pio Marmaï).
Desde el primer instante el
encuentro entre estos dos seres, es mágico… cinematográfico, y sí, delicado…
Sin embargo algo sucede y
Nathalie vuelve a estar sola, vuelve a experimentar la soledad luego de que ya
se había acostumbrado a la compañía.
Eso me hizo pensar en que
la mayoría de nosotros probablemente hemos estado en esa posición. Razones
puede haber muchas, pero, en definitiva, cambiar una rutina ya conocida, por el
silencio, el aislamiento, la melancolía y la nostalgia no es cuestión sencilla.
Cada persona reacciona
diferente a los cambios de la vida; aquí Nathalia opta por centrarse en su
trabajo; en destacar en lo que hace, en liderar ejemplarmente a su equipo, todo
hasta que una compañera hace una indirecta de que ella vive sólo para trabajar.
Ese comentario despierta
algo en ella que estaba dormido… y entonces, sin más, besa a Markus (François
Damiens) un miembro de su equipo quien a partir de ese momento queda flechado
para siempre.
A partir de ahí la
narrativa de la película cambia y ahora se centra en el sentir y actuar de
Markus. Su inocencia, ilusión y esperanza me recordaron por momentos a Tom, de 500
Días con Ella (como saben de mis
películas favoritas / http://tinyurl.com/cy6l8gf) porque justo da vida a ese
enamoramiento casi adolescente que, en mi humilde opinión, deberían vivirse en
toda relación.
Nathalie y Markus son polos
opuestos; sin embargo esta película nos recuerda algo importante, no el cliché
de que ‘los polos opuestos se atraen’, sino que los polos opuestos pueden
aprender a quererse, a disfrutar y aprender de las diferencias del otro, y
sobre todo, que no importa el lugar o el día, hay que estar abiertos al amor,
éste puede aparecer donde menos se le espera…
Veredicto:
La Delicadeza está tejida con conmovedores momentos, personajes humanos y una música
preciosa que enmarca cada cuadro. Imprescindible.
(Para motivarse aún más a
verla favor de escuchar esta hermosa canción de Emilie Simon que forma parte
del soundtrack http://www.youtube.com/watch?v=Wo5XSAdSqEg)
Y por último les dejo una
cita de mi estimado Rogert Ebert, quien acaba de fallecer hace unos días…
“I am too conscientious
a critic to approve it entirely, and too big a sap not to fall for it”… Sums it all.
Rest in peace dear, you
inspire a lot of us…
¿Sabias que?
En esta cinta el músico
francés y autor de la novela homónima, David Foenkinos debuta en la dirección,
junto con su hermano Stéphane.