17 abr 2013

La Delicadeza


(La Délicatesse, Francia, 2011)
Estrellas: *****


Directores: David Foenkinos, Stéphane Foenkinos
Actores: Audrey Tautou, François Damiens, Bruno Todeschini y Pio Marmaï


Crítica:
Hace mucho empecé este blog con la intención de recomendar películas que me movieran algo, que me provocaran sentimientos y, al hablar de ellas, deseaba lograr (aunque fuera en una muy pequeña medida), que no pasaran desapercibidas.
Es ingenuo pensar que una simple crítica puede afectar el resultado de la taquilla de una película; sin embargo, si tan sólo una persona a quien yo le recomendara determinada película va a verla, puedo darme por bien servida. Ayer uno de mis más fieles seguidores me recordó eso.
Entonces, voy a escribir sobre una película que ha seguido dando vueltas en mi cabeza: La Delicadeza.
Probablemente muchos tuvieron la oportunidad de verla en el Tour de Cine Francés que estuvo en México, pero, para los que no, actualmente está en cartelera.
La Delicadeza retrata diferentes etapas y momentos del amor; primero, la relación de Nathalie (la inolvidable Amelie, Audrey Tautou) con quien se convierte en su esposo: el encantador François (Pio Marmaï).
Desde el primer instante el encuentro entre estos dos seres, es mágico… cinematográfico, y sí, delicado…
Sin embargo algo sucede y Nathalie vuelve a estar sola, vuelve a experimentar la soledad luego de que ya se había acostumbrado a la compañía.
Eso me hizo pensar en que la mayoría de nosotros probablemente hemos estado en esa posición. Razones puede haber muchas, pero, en definitiva, cambiar una rutina ya conocida, por el silencio, el aislamiento, la melancolía y la nostalgia no es cuestión sencilla.
Cada persona reacciona diferente a los cambios de la vida; aquí Nathalia opta por centrarse en su trabajo; en destacar en lo que hace, en liderar ejemplarmente a su equipo, todo hasta que una compañera hace una indirecta de que ella vive sólo para trabajar.
Ese comentario despierta algo en ella que estaba dormido… y entonces, sin más, besa a Markus (François Damiens) un miembro de su equipo quien a partir de ese momento queda flechado para siempre.
A partir de ahí la narrativa de la película cambia y ahora se centra en el sentir y actuar de Markus. Su inocencia, ilusión y esperanza me recordaron por momentos a Tom, de 500 Días con Ella (como saben de mis películas favoritas / http://tinyurl.com/cy6l8gf) porque justo da vida a ese enamoramiento casi adolescente que, en mi humilde opinión, deberían vivirse en toda relación.
Nathalie y Markus son polos opuestos; sin embargo esta película nos recuerda algo importante, no el cliché de que ‘los polos opuestos se atraen’, sino que los polos opuestos pueden aprender a quererse, a disfrutar y aprender de las diferencias del otro, y sobre todo, que no importa el lugar o el día, hay que estar abiertos al amor, éste puede aparecer donde menos se le espera…


Veredicto:
La Delicadeza está tejida con conmovedores momentos, personajes humanos y una música preciosa que enmarca cada cuadro. Imprescindible.

(Para motivarse aún más a verla favor de escuchar esta hermosa canción de Emilie Simon que forma parte del soundtrack http://www.youtube.com/watch?v=Wo5XSAdSqEg)

Y por último les dejo una cita de mi estimado Rogert Ebert, quien acaba de fallecer hace unos días…
“I am too conscientious a critic to approve it entirely, and too big a sap not to fall for it”… Sums it all.
Rest in peace dear, you inspire a lot of us…

¿Sabias que?
En esta cinta el músico francés y autor de la novela homónima, David Foenkinos debuta en la dirección, junto con su hermano Stéphane.