1 may 2010

Man on Wire

(Man on Wire, EUA/ Ing, 2008)


Estrellas: ***1/2


Director: James Marsh


Sinopsis:
En 1974
Philippe Petit era un equilibrista que se propuso cruzar las Torres Gemelas.



Crítica:

Philippe Petit es un hombre desquiciado, y no porque carezca de facultades mentales, simplemente porque no se pone límites. No cree en imposibles y siempre busca ir más allá.

Durante algunas escenas conocemos un poco de su trayectoria y sus hazañas en París y Sydney. Pero con el tiempo también crecieron sus aspiraciones.

En este documental, ganador del Oscar, se recopilan los testimonios y anécdotas del francés y del equipo que lo ayudó durante el que sería el reto más importante de su vida.

Su objetivo: cruzar las Torres Gemelas de Nueva York, los 60 metros que existían entre la Torre Sur y Norte por medio de un cable y apoyado solamente de una viga de equilibrio.

Aquí cada personaje nos cuenta un capítulo de la historia para que la vayamos construyendo. Cada uno es un ingrediente fundamental, además mostrado a cuadro de forma representativa.

En definitiva los más fantásticos son el mejor amigo, Jean-Louis, y la novia de Philippe, Annie. Ambos no son sólo leales sino que apoyan a este artista con verdadera convicción. Genuinamente creen en lo que está haciendo. Y no importa si lo hacen porque en verdad lo sienten o sólo por apoyarlo, ambas razones son igual de loables.

Aquí las torres no sólo sirven de escenario sino también poseen cualidades humanas; Philippe las conoce como idea y se enamora de ellas, después las visita en varias ocasiones, luego las memoriza y finalmente las conquista…

Creo que lo más extraordinario de Man on Wire son las imágenes; se recurre a recrear eventos, a entrevistas, a videos y a muchas fotografías, éstas últimas son asombrosas, verdaderamente quitan el aliento.

El director acompaña lo que vemos de poderosas melodías creadas por Michael Nyman, responsable entre otras cosas del score de El Piano. Además se incluyen atinados temas como las Gymnopédies de Erik Satie.

Probablemente lo que resulte un poco cansado es el ritmo pues lo que ocurrió no se cuenta de forma lineal y algunas partes de tornan cansadas. Pero de cierta forma Philippe y su carisma salen a flote, como también sale bien librado de su hazaña.

En este documental se aprenden varias lecciones, la más importante que la pasión te puede llevar lejos, o por lo menos a 417 metros de altura…



Veredicto:

Ojala te gusten los documentales, o las historias inspiradoras, o Nueva York, en cualquiera de estos casos vas a disfrutarla.




1 comentario:

  1. interesante blog...
    qué opinas del cine mexicano, qué le falta, qué le sobra... etc.

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