16 nov 2009

2012

(2012, EUA, 2009)


Estrellas: **1/2


Director: Roland Emmerich (Día de la Independencia, Godzilla, El día después de mañana)

Actores: John Cusack, Amanda Peet, Thandie Newton



Sinopsis:
Acorde a las predicciones mayas y a otros estudios científicos el mundo acabará en el 2012. Los gobiernos y algunas personas influyentes están preparadas. Los demás no.



Crítica:
Me parece que el fin del mundo es un tema muy tentador para explotar en una película. No por ello fácil de observar.

En un contexto como el que vivimos; con las condiciones climáticas, el calentamiento global y todo lo que ahora sabemos sobre el daño que le hemos causado al planeta, el fin del mundo ya no se siente imposible. No como lo veíamos en los 90s, como un evento completamente lejano. Hoy en día (por lo menos en mi caso) ya no se siente improbable, al contrario.

El director Roland Emmerich es poco constante, allá por 1996 nos entregó Día de la Independencia, cuestionable sí, pero en su momento fue impactante y divertida. Luego se le ocurrió una cosa como Godzilla. Si tú, lector, tuviste el infortunio de verla sabes a lo que me refiero… Luego nuevamente nos sorprendió con el Día después de mañana… pero nos volvió a decepcionar con 10,000 B.C

Una vez recordado esto, en esta cinta en particular su trabajo como productor es sumamente destacable, no así su batuta como director o como escritor.

Si bien sabíamos de antemano que en esta cinta veríamos un impresionante despliegue de efectos especiales no nos debería asombrar que esto ocurriera. En lo personal yo buscaba un factor que me sorprendiera, algo inesperado, quizá en la trama o en la actuación, no lo encontré.

La forma en cómo el mundo se desmorona con terremotos, explosiones volcánicas y tsunamis es impactante, pero me resulta aún más impactante que dentro de la trama personajes influyentes decidan quién va a sobrevivir y quién no. Me temo que eso tampoco es improbable.

Resumiendo, esta película nos ofrece un banquete de impresionantes escenas, pero de la mano de estas también hay un sin fin de clichés, momentos cursis, patriotismo exagerado, abrazos forzados y la eterna sensación de que cuando el mundo se vaya a acabar dos cosas son seguras: al héroe nunca le pasará nada, y éste, será americano.



Veredicto:
Se siente como película veraniega: mucho ruido y pocas nueces.
Eso sí, si el mundo se acabara en el 2012... we pretty much got the picture.




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