Estrellas: **
Director: Gavin Hood (Rendition)
Actores: Hugh Jackman, Liev Schreiber, Danny Huston
Sinopsis:
Crítica:
Los superhéroes siempre tienen un origen, pero, ¿realmente nos interesaba conocer el de Wolverine? Generalmente el saber el comienzo de un personaje te ayuda a poder identificarte más con él. En este caso creo que el trabajo del director de X Men, Bryan Singer, estaba bien logrado al conseguir de inicio que Wolverine no sólo fuera uno de los mutantes más importantes sino también el más memorable.
Quizá esta fue la idea que motivo a los productores de la película a realizarla, desarrollar y explotar al máximo este personaje.
Pero, al terminar la cinta todo se siente como una pérdida de tiempo, él no aprendió nada y nosotros tampoco. El estado de Logan es tal que daba simplemente igual que hubiera tenido un origen completamente distinto. Es decir, lo que fue y lo que le ocurrió no repercutirán en ninguna medida en lo que será después.
Adicionalmente, el personaje de Hugh Jackman no es alguien con quien sea tan fácil identificarse; lejos de expresar sentimientos o debilidades ruge, aúlla, odia, hace caras y se aleja de las explosiones como si no le hicieran ni cosquillas.
Además, más que resolver dudas nos siembran otras tantas ¿cuántos años tiene? ¿Por qué no envejece? ¿qué pasó con su hermano?
Las explosiones y peleas valen la pena, no tanto así los movimientos torpes y falsos de Wolverine y su villano (luego amigo) hermano Victor.
Espera buenos efectos especiales y montones de peleas… Pero, la sensación de que TENÍAS QUE conocer la historia de Wolverine simplemente no llega nunca.
Veredicto:
Vela si eres súper fanático de los X Men o de Hugh Jackman, de otra forma es solamente una película veraniega con miles de dólares de presupuesto y que se te olvidará tan fácil como a Wolverine.
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