Fama

(Fame, EUA, 2009)

Estrellas: *1/2

Director: Kevin Tancharoen (Episodios de Dancelife y The Pussycat Dolls: The Search for the Next Doll)

Actores: Kay Panabaker, Naturi Naughton, Anna Maria Perez de Tagle, Asher Book

Sinopsis:

Distintos estudiantes de música, canto y actuación conviven en la Academia de Artes Escénicas de Nueva York con un objetivo en común: realizar su sueño.

Crítica:

He de decir -para lo que aún no se han enterado- que soy fan de los musicales, MUY. Cualquier película u obra en donde los actores cantan y bailan genuinamente me enloquece sin control. Por ello ver Fama me emocionaba en demasía. Pero me temo que terminé muy decepcionada.

En verdad cintas como Step Up, Save the last dance, Take the lead o Center Stage están mucho mejor logradas.

El guión de esta película es muy débil, su principal problema radica en que los personajes no están bien delineados. Se quiere abarcar mucho y se termina por profundizar poco.

No hay una evolución, un progreso en estos estudiantes. Como ejemplo: vemos a una alumna que es buena bailarina pero nunca la llegamos a conocer a fondo. En una escena quiere mucho a su galán y la siguiente vez que están juntos le dice ya no se van a volver a ver, ¿me entienden?

Otro de las fallas fundamentales es el casting de Kay Panabaker como Jenny, una de las protagonistas.

De inicio esta chavita se ve como cinco años más chica que todos los demás. Interpreta a una aspirante a actriz pero jamás la vemos actuar (y al final resulta que hasta canta). Su personaje y su actuación es de lo peor que he visto en un musical.

Y justamente hablando de música; los números y las canciones podrían ser significativos y pegajosos, pero objetivamente hay muy pocos temas que valen la pena, es más, la más famosa “Fame” sólo sale en los créditos.

Existen dos canciones (la que cantan en el lunch y la del final) que están tan producidas que parecería imposible que son producto del trabajo de los estudiantes y no de un corógrafo profesional de Broadway.

La actriz Naturi Naughton sí es un descubrimiento absoluto pues canta divinamente, pero, de nuevo, su personaje no está del todo justificado pues era pianista clásica y termina por ser la única de todo el colegio que canta decente.

Los personajes secundarios (padres y maestros) son la cosa más infame de todo. Son personas malas sólo porque sí. Desalientan a sus hijos sin razón y les dicen cosas como -¿Quién te dijo que podías ser alguien en la vida?-. Para rematar una profesora comenta –No sirves para esto, mejor sé maestro- (desprestigiando además tan noble profesión).

Para personajes interesantes y números deslumbrantes basta con tomar como ejemplo a Glee (el programa de televisión). En esta serie no sólo tienen buenas historias sino que cantan asombrosamente, y además, son profundamente inspiradores.

En conclusión quédate con la primera versión (de 1980), que además estuvo nominada a seis Oscares. De verdad hasta High School Musical es más pegajosa que esto.

Veredicto:

Sólo vela si no hay nada mejor. Todas las críticas negativas tenían razón.